Con el corazón en Chile

Tengo que empezar por usar las palabras de la Ochaga para describir lo que ha sido la organización de esta reunión: fuerte. La verdad es que aunque estuve poco tiempo en el colegio, lo siento como mi colegio por la gente increíble que conocí y por las amigas de por vida que hize.
En realidad, la única razón por la que les escribo en este momento es para de cierta forma agradecerles a todas las que han participado de esta "cadena" de la generación 96. Entre los miles de mails que disfruto leyendo y este blog, me han hecho sentir más cerca de casa y además me he dado cuenta que no soy la única patiperra que anda por ahí y eso hace que me sienta un poco más acompañada por estos lados.

Por suerte, los amigos no faltan por estos lados pero si vieran el tamaño del pueblo en el que vivo (población total: 5200 habitantes, ciudad grande más cercana: Denver, a dos horas y media) entenderían porque se echa de menos Santiago. Igual no me quejo, la experiencia profesional ha sido increíble (y no está nada de mal poder poner Ritz-Carlton en mi curriculum), he aprendido montones y en la parte personal, ha servido para crecer y conocerme mejor a mi misma, darme cuenta de lo que realmente soy capaz.
En fin, solo quería compartir eso con Uds. y aprovecho de agregar una foto en pinta de pega para que vean como cambia la vida...